Se realizará una biopsia testicular (TESE, del inglés “Testicular Sperm Extraction) cuando haya que recurrir a espermatozoides testiculares para obtener fecundación. El recurso a la biopsia testicular está indicado en la mayoría de los casos de azoospermia obstructiva (la formación de los espermatozoides sigue en el testículo pero los espermatozoides no pueden salir a causa de una obstrucción de las vías espermáticas). En los casos de la azoospermia no obstructiva (secretoria) la formación de los espermatozoides en el testículo está perturbada a tal punto que ningún espermatozoide se encuentra en el eyaculado, pero la biopsia testicular puede resultar en la recuperación de un número suficiente de espermatozoides para realizar una ICSI.
En algunos casos de la azoospermia no obstructiva, ningún espermatozoide se puede recuperar mediante la biopsia testicular, pero sí se encuentran células inmaturas de la espermatogénesis, espermátidas y espermatocitos. En estos últimos casos se utilizarán técnicas necesarias para realizar la fecundación in vitro con estos tipos de células mediante métodos adecuados.
En la clínica MAR&Gen la biopsia testicular se realiza con una anestesia general para evitar el malestar al paciente.
Cultivo in vitro de las células germinales obtenidas por biopsia testicular
Tras la obtención del tejido testicular mediante biopsia y ruptura física de los túbulos seminíferos, se realiza la maturación de las células germinales masculinas durante el cultivo in vitro a 30ºC y bajo la atmósfera de 90% N2, 5% O2 y 5% de CO2.
La parada de la espermatogénesis ocurre principalmente en la fase de espermátidas o de los espermatocitos. La posibilidad de superar la parada meiótica in vivo mediante la maturación in vitro abre una nueva perspectiva para los hombres afectados.
En casos de parada madurativa postmeiótica (en el estadio de las espermátidas redondas), el cultivo in vitro puede ser beneficioso ya que se pueden originar espermátidas alargadas desprovistas del daño apoptótico del DNA, al compararse con la población de espermátidas redondas antes del cultivo in vitro. Esto es importante ya que la apoptosis de las células germinales puede ser el principal obstáculo para el éxito de la reproducción asistida mediante el uso de espermátidas para la fecundación.
Con esta nueva técnica se consigue un hecho muy importante desde el punto de vista clínico: conseguir que una pareja no tenga que recurrir al banco de semen para poder procrear y, por consiguiente, conservar la información genética del paciente lo que permitiría mantener las características genotípicas en el futuro embrión.